Juan Manuel y los símbolos

Durante la campaña presidencial colombiana, Antanas Mockus, un pedagogo de orígen lituano, se destacó como el candidato de los símbolos. Pero, en sus primeros días como presidente, el ganador, Juan Manuel Santos, ha demostrado un manejo más subliminal y más inteligente de los mismos. ¿Será que aprendió semiótica viendo a su contrincante o quizás lo hizo al trabajar con su publicista?

El polémico asesor de campaña JJ Rendón parece
ser un experto en la materia. No en vano fue este quien le sugirió retomar la simbología original del partido de la U con buenos resultados (si algo funciona no hay porque cambiarlo). El naranja es un color que políticamente no dice nada en Colombia, mientras que los colores de la U ya estaban posicionados en el imaginario popular.

Durante la campaña, Santos se vendió como el candidato de todos los colombianos. Igual lo vimos bailando un sanjuanero que cantando vallenato y su celebración de la victoria electoral, llena de bailes folclóricos y del tricolor nacional, parecía más bien el espectáculo central de Miss Colombia o la izada de bandera de cualquier colegio parroquial.

Una vez en el poder, los símbolos han tomado un protagonismo especial. No en vano subió a la Sierra Nevada a recibir el bastón de mando de los mamos (jefes espirituales indígenas). Pero no se contentó con llevar los hilitos en las muñecas (protección indígena) al igual que su protector Uribe, sino que subió con un equipo periodístico y durante su posesión no sólo transmitieron el reportaje de su visita a la Sierra, sino que emitieron un documental sobre los pueblos indígenas de la zona y su especial cosmogonía. El documental fue interrumpido cuando entró solemnenmente en la plaza de Bolívar, como si hicieramos un recorrido virtual del centro espiritual indígena al centro del poder. Creo que nunca se le había dedicado tanto espacio televisivo a estos olvidados pueblos. Durante su discurso de posesión, Santos explicó el significado del collar que le entregaron los mamos y la relación entre este y su estilo de gobierno.

En su primer acto de gobierno visitó La Mojana, en la costa atlántica,
zona afectada por severas inundaciones. Durante el recorrido montó en lancha como cualquier parroquiano y hasta se untó de barro como reseña El Heraldo. Lo que me llama la atención de la visita es esta foto en la que se le ve con sombrero vueltiao y una ruana, mochila o hamaca al hombro, también de tejido sinuano. De seguro alguien se los regaló por el camino y el presidente vio en ellos lo símbolos que necesitaba para llegarle a la gente de la región.

Su siguiente trabajo presidencial fue restablecer relaciones con Chávez. Lugar escogido: la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde murió El Libertador y sitio casi sagrado para el bolivariano. Y aunque el lugar probablemente lo propuso Chávez me parece muy interesante que el espacio escogido para estrechar las manos de ambos gobernantes haya sido frente a una estatua presidida por el mismo Bolívar hecho mármol. A sus pies la estatua de una mujer simboliza a Colombia, o ¿será la Gran Colombia?

Por último, el presidente visitó Cauca para reconocer a las tropas nacionales y tomar juramento al nuevo ministro de Defensa. Pero lo que pocos medios resaltan es el hecho de que los indígenas caucanos fueron los invitados de honor del evento. No sólo se reunió con ellos, sino que vistió los adornos que le impusieron durante su discurso a las tropas y luego visitó Caloto, una población afectada por la violencia en Colombia. Los indígenas de esta región afirman mantenerse neutrales al conflicto y han enfrentado a los guerrilleros de las FARC armados tan sólo con bastones de mando. ¿Servirá el bastón de mando tayrona para auyentar a los violentos?

El hermanito menor

Comentarios

  1. Anónimo1:48 p. m.

    Eh, Alijuna: yo también quiero volverme santero (digo, santista) pero los desengaños me aconsejan dejar pasar un poco más de agua debajo del puente. OSCAR GÓMEZ.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu opinión.

Entradas populares