Kuyayky... de los Andes con amor

@Kuyayky
Describir a Kuyayky como un grupo de música andina sería una injusticia. Es cierto que las voces de estas cuatro hermanas y un hermano originarios de Jauja, Perú, pero radicados en Miami desde 1993 se entremezclan creando una armonía sin igual que te transporta al paisaje andino, al olor a tierra o al sabor de la quinua cocida.

Pero la misión de la agrupación va mucho más alla de tocar en bares alternativos o festivales hispanos. Según Candy Hurtado, percusionista y una de las vocalistas del grupo, Kuyayky significa amar o solidarizarse en quechua y eso es lo que estos cinco jóvenes con grados universitarios hacen.

 
Además de tocar múltiples instrumentos cada uno, como la guitarra, la quena, la mandolina, el cajón, el charango o el cuatro, sus integrantes están profundamente comprometidos con la misión del grupo, en sus propias palabras “contribuir a la comprensión de la diversidad cultural como la clave para el desarrollo humano y la paz”.

La fundación sin ánimo de lucro que lleva el mismo nombre organiza cada año un concierto benéfico navideño para llevar comida y juguetes a los niños pobres de Perú y estableció 'Suyu Cultural Affairs', un centro cultural dedicado al estudio de la cultura andina. Allí funciona 'Sumaj Tusuy', el instituto de danza que imparte clases a niños y adultos sobre los diferentes bailes folclóricos del Perú. José Luis, Candy, Mariluz, Yina y Rubi Hurtado Bonilla están entre sus estudiantes.

Aunque sus integrantes son jóvenes, la historia de este grupo musical comenzó en 1970 cuando sus padres José Hurtado, un musicólogo y profesor universitario se casó con Edda Bonilla, educadora y cantante. Kuyayky es fruto del amor entre estos dos amantes de la cultura peruana. Como líder comunitario y cultural José terminó involucrándose en política y llegó a ser diputado. Pero tras el autogolpe de estado del ex presidente peruano Alberto Fujimori, Hurtado se vió obligado a abandonar su nación y pidió asilo político en Estados Unidos.

Don José recuerda: "al llegar a este país lo tomamos como un reto, yo les dije este país no es nuestro, todo lo que tenemos es prestado, pero aprovechemos al máximo lo que nos ofrece". Eso fue lo que hicieron y hoy casi todos sus hijos tienen maestrías universitarias. José Hurtado añade que "en muchas ocasiones la música nos abrió las puertas, en el caso de Rubí, la mayor, ella se matriculó en música e inglés luego que la directora de la universidad asistiera a una de nuestras presentaciones".

Según él, ser una familia grande les permitió mantener vivas sus raíces y no olvidarse de su 'Ayllu', es decir sus ancestros, su familia extendida. José y Edda son la piedra fundacional de la agrupación y su influencia se siente en cada acorde, en cada nota, en cada composición que nos llega de los Andes con amor.

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