En el harem



The Harem Dancer by Hans Zatzka
Zoraya bailaba
en el harem,
su cuerpo
movido por las olas
de un mar
bravío
azul
turquesa.

Su cuerpo
poblado por mil almas
es un vaivén
columpio
zigzagueante,
dorado,
hermoso,
plano.

Zoraya,
hendijas en sus ojos,
perdida entre las madres,
traficada,
exprimida
y explotada

Zoraya rebosa
de sexo,
de amor,
de puro gozo,
de baile,
de flautas
y tambores.

La avispa en su cintura
es una ofensa
no para el Pashá
para sí misma.

Quebrada sobre sí
por no parir
ni haber parido,
Zoraya,
la hembra,
la lejana,
baila
triste,
desafiante.

The Harem Dance - Continental School
Un traficante
observa.
Desde la pluma
de su almohada
dibuja
su figura
espigada
cartel que anuncia
regocijos
de otros
hombres
menos
mezquinos
que él
pero igual de
sanguinarios.

Zoraya lo mira
sin saber
que el invitado
es su verdugo
y baila
para él
no disimula.

Llena de hastío
espera quieta
que termine
luego se lava
y llora
sin saber que
ya en su vientre
hay una luz,
un hito.

Zoraya no sabe
lo que espera
al otro lado,
tan sólo
vive,
come
y danza.

Una señal
anuncia
el cese de la luna.

Zoraya acaricia
su ilusión
como los hombres
atesoran
su cuerpo
y esconde
su redondez
en gasas.

El maleante
descubre
la charada,
puñal en mano
dispone el cese
y Zoraya
pierde un niño triste
de olor a viento.

Ahora sus ojos
son vacío,
su piel,
alfombra pisoteada,
su baile,
columpio quieto,
desierto,
abismo,
nada.

Zoraya espera
en el harem
su cuerpo
estático
sin mar
es arena
polvo
llaga.

Comentarios

  1. Beatriz, es un poema precioso!

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  2. Gracias, la idea de este poema vino a mí hace dos años, pero sólo hasta ahora me siento a finalizarlo!

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  3. Bella evocación de una feminidad allá, aquí y en varias latitudes. Buen viento y buena mar para tu escritura, gusto en conocerte colega de versos y palabras viajeras!

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